Con un juego precario, carente de profesionalidad y sobre todo de orden táctico y estratégico, la selección Argentina de fútbol que dirige Diego Armando Maradona se ubica en el quinto lugar de la eliminatoria sudamericana, que clasifica a cuatro países directamente al próximo mundial y le da la posibilidad al quinto, en este caso la Albiceleste, de disputar un repechaje con un equipo de la Confederación de Fútbol del Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), para ver si se va a Sudáfrica, país anfitrión del decimonoveno campeonato mundial de fútbol.
Maradona, cuestionado por la prensa, pero no en forma desmedida, dijo que no le tenia miedo a nadie e hizo referencia a que esta acostumbrado a pelearse con los periodistas. De todos modos no debe pelear con los profesionales de la comunicación, sino hacer lo posible para que su país vaya al mundial.
Alfio Basile, director técnico de la selección antes de que llegara el Diez, se fue porque los jugadores no interpretaron su mensaje. Cuando el mejor futbolista de todos los tiempos asumió como tal todo parecía ser una fiesta, luego, por una declaración que realizó, el que más sabe, Juan Román Riquelme, renunció a vestir la celeste y blanca y desde ahí se perdió el rumbo, no hay un conductor definido, un jugador que habilite con clase a sus compañeros, que ordene y que le de identidad a una selección que es grande por historia y tradición.
El numero 10, Lionel Messi, no demuestra con la camiseta de su país lo que hace en el Barcelona y el resto de los convocados no juegan en conjunto. El fútbol es esencialmente un deporte de conjunto. Los tiempos se acortan y deberían darse cuenta, Riquelme es necesario, sin él difícilmente se llegue a la final del mundial.
Maradona tiene que llamar a Riquelme y pedirle por favor que vuelva. Hoy es imprescindible
